SANTA AGUEDA –ARRASATE 1921-2021
El paso de Sor Isabel por estos años de historia, congregacional no ha dejado a nadie indiferente. Una impronta carismática vocacional mercedaria, haciendo realidad los deseos del Padre Zegrí. Ningún ser abandonado…. tanto dentro, hermanas, como en la misión hacia fuera. Su única misión ser rostro, testigo de Cristo.
Una mujer inteligente, muy capacitada y junto con ello una gran vocación de ser evangelio, carisma etc. que configuraba una identidad original y única y a la vez una capacidad de universalidad y de comprensión de lo diferente y auténtica integración e inculturación etc.
Los rasgos de su ser mercedaria los definiríamos como centros nucleares. Xto. Redentor y María, La iglesia, La congregación con un gran sentido de pertenencia, no solo hecha de signos sino de autentico amor liberador, muy humana, a lo largo de su vida. Su obediencia vivida desde una gran autonomía pero a la vez siempre en un “Heme aquí”
Una capacidad de sorpresa, asombro y gratitud por todo, naturaleza, personas.. etc. Nunca fue una mujer ingenua Siempre supo ser y vivir desde Dios con una caridad sin límites
En su misión de provincial tanto en Angola como en Brasil, preocupada con la formación de las hermanas.
Le tocó vivir situaciones difíciles, la guerra de Angola, El tema de Teología de la Liberación que encarnó en su vida sin extremos pero a la vez con firmeza.
Recorrió medio mundo en su vocación misionera y más tarde como administradora general, resolviendo situaciones complicadas con equidad, escuchando y sobre todo con mucho amor y comprensión. Siendo inminentemente austera y sobria a la vez era para con las hermanas de una esplendidez y caridad.
Sus últimos años en Egino fueron una bendición, para la gente rural, grupos de oración, encuentro diario con las mujeres del pueblo, vivista diaria a las personas que estaban solas, un sinfín de detalles. Acogida a la gente que se acercaba… en fin Tenía un saber estar, una dignidad y desee ahí trataba “todos” con la dignidad, educación, finura etc.
Sor Isabel dada su situación personal, por su salud pasó a la Residencia de Vitoria y es hoy día un regalo de Dios para todos y sobre todo para la Congregación. Hoy a sus cien años mantiene, aunque en el secreto de su corazón lo que siempre ha sido, nada se ha deteriorado en ella. Ella es siempre.
Zumárraga 1.6.21
De su Comunidad – Residencia N.S.de las Mercedes
“Celebración de los 100 años de Sor Isabel Barrutia. Vitoria, Mayo 2021.
100 Años que nos hablan de grandes proyectos, de profundas promesas, de enormes fidelidades, de logros y temores, de lágrimas y risas… ingredientes de la vida misma en el acontecer de tantos días, meses y años.
Sor Isabel Barrutia ha llegado a esta meta en su caminar de consagrada como mercedaria de la caridad. Mujer de fe que hoy ha disfrutado en compañía de su comunidad de la Residencia de HH. Mayores de Vitoria (España); felicitada y acompañada, igualmente, por todo el personal de la casa que le ha prodigado sus mejores felicitaciones y cariño.
Su talante lúdico y sereno, en medio de sus limitaciones orgánicas, nos habla de una vida plena, confiada en Aquel que la llamó y fue su mejor Compañero de camino por los anchos mares de la Congregación.
Ella se ha sentido feliz hoy, muy feliz. La eucaristía le ha llenado de paz, de gozo, de serenidad… la comunidad, el capellán, el personal de la casa… cada cual con lo suyo, ha proyectado en ella ese reconocimiento positivo por sus 100 años de vida.
Nosotras hoy le damos las GRACIAS de corazón y nos felicitamos a la vez, por su presencia en comunidad; damos gracias al Dios de la vida y a María de las Mercedes por mantenerla a nuestro lado y que sean Ellos sus mejores garantes y el mejor premio a sus muchos años.
Más allá del tiempo y del espacio, querida Isabel cuando llegue nuestra hora, llévanos en tu corazón que en el nuestro te llevaremos nosotras.
Intercede con ese amor tuyo a la Congregación por el don de muchas y buenas vocaciones capaces de continuar y llevar nuestro carisma de LIBERACIÓN y AMOR por los senderos del Reino,
Que nuestro querido Padre Zegrí, envuelva tu larga vida con su paz, su esperanza y gozo. Te queremos. Cdad.”
