Nuestra  misión de caridad redentora, conduce a que los hombres y mujeres de hoy se encuentren con Jesucristo Redentor, fuente de salvación.

La misión a que está consagrada la Congregación, es la práctica de la caridad redentora, ejerciendo todas las obras de misericordia, espirituales y corporales, en la persona de los pobres, en beneficio de la humanidad pobre y necesitada.

  • DON DEL ESPIRITU, somos en la Iglesia un don y vocación específica suscitada en la persona del Beato P. Zegrí

  • CRISTO REDENTOR, que pasó por este mundo haciendo el bien a los pobres y débiles

  • MARÍA DE LA MERCED, madre y corredentora

  • La IGLESIA, sentido eclesial que hemos recibido de nuestro fundador

  • LIBERACIÓN DEL SER HUMANO, nuestra aspiración constante

  • COMUNIDAD, sintiéndonos comprometidas en la misión

  • ESPIRITU MISIONERO, actitud de generosa disponibilidad, para responder a las urgencias de la Iglesia misionera.

El carisma de la Congregación es un SERVICIO DE CARIDAD REDENTORA en todas sus formas, en orden a la plena liberación del ser humano.

“TODO PARA BIEN DE LA HUMANIDAD, DE DIOS, POR DIOS Y PARA DIOS.” (Beato Padre Zegrí)

Maria, nos dirige en nuestra labor de caridad redentora en el campo de la Evangelización, Que ella nos sugiera las palabras adecuadas y gestos redentores que hagan más creíble nuestro anuncio y entrega generosa al servicio del Evangelio:

  • Misión ad Gentes

  • Educación

  • Sanidad y geriatria

  • Obras sociales

  • Pastoral Juvenil Vocacional

Elementos integrantes que condicionan la índole del Instituto son:
vida fraterna en comunidad, inserción en la Iglesia local y dimensión misionera.