FORMACIÓN PERMANENTE – PROVINCIA “JESUCRISTO REDENTOR”

Celebrar 50 años de vida consagrada es un motivo muy especial para dar gracias por el don de la llamada que hemos recibido, a la que un día dimos respuesta con alegría y entrega generosa. También es propicia la ocasión, para reflexionar con agradecimiento sobre la vocación que es pura gracia, DON del DIOS-AMOR; es mirar la vida pasada y presente con los ojos de ese DIOS que nos comprende y ama.

Hace 50 años, este DIOS-AMOR puso su mirada sobre nuestra hermana Elizabeth Morán Hidalgo, quiso contar con ella para continuar su obra y la invitó para una misión especial. Es por eso que dimos gracias especiales al Señor por este gran regalo a la congregación y a la Iglesia y lo hemos celebrado con alegría en fraternidad.